Tal parecer que hoy día no solo los funcionarios de elección popular optan por mantener de manera poco discrecional el hecho de figurar bajo la nómina de dos entes de gobierno, a pesar de que esto pueda resultar no solo un conflicto de índole ético, sino también un problema incluso de funcionalidad según la labor que estos vengan desempeñando.
Tal es el caso de José Armando Hernández Díaz, quien, según la planilla laboral municipal de este municipio (actualizada el pasado mes de octubre), ocupa la plaza de operativo en el área de Protección Civil, percibiendo un salario anual de 80 mil 989.73 pesos, sin embargo, según los registros de la Secretaría de Bienestar, esta misma persona ostenta el cargo como Servidor de la Nación desde el 2019, obteniendo un salario mensual de 10 mil pesos.
Aunque cabe precisar que, en el área de Protección Civil, su horario laboral suela manejarse a través de jornadas de trabajo, el desempeño del doblemente funcionario sería cuestionado, toda vez que, al fungir como Servidor de la Nación, este, teóricamente, debería estar laborando todos los días de la semana bajo un horario establecido, lo que por lógica se empalmaría con el horario dentro de la dependencia de gobierno municipal.
Cabe destacar, además, que ha sobresalido el hecho de que su cónyuge labora también como Servidora de la Nación, un hecho que está por demás decir que se trata de nepotismo, algo que el actual gobierno federal de la famosa 4ta transformación, ha señalado en reiteradas veces y que sin embargo en esta región de Guanajuato ha sido solapada tanto por Mauricio Hernández Núñez, delegado de Programas Integrales para el Bienestar de Guanajuato; como por el propio subdelegado de la región, Francisco Landa.