De manera atípica, pero llena de mucha fe, la iglesia católica, el pasado jueves, debido a la contingencia sanitaria que hoy atraviesa el mundo entero, llevó a cabo la celebración de Corpus Christi con cierta particularidad, la cual consistió en una Celebración Eucarística a puerta cerrada, seguida de un breve recorrido por las calles céntricas de la ciudad.
Sin ser una procesión tradicional llena de cientos de fieles, debido a las medidas de sanidad requeridas, la exposición de Jesús Sacramentado dio inicio en las afueras de la Parroquia San Luis Rey, bajo la custodia de un pequeño grupo de fieles encabezados por el señor cura J. Asunción Briones Barrientos.
En su paso por las calles, se pudo observar a cientos de fieles, a las afueras de los domicilios, mostrar su adoración al Santísimo, el cual fue trasladado hasta la cima del monumento de Cristo Rey, donde se llevó a cabo la bendición general a los asistentes y se pidió de manera especial por la salud de los enfermos, el personal médico que hoy lucha contra la pandemia y el pueblo Ludovicense ante la difícil situación que hoy se atraviesa.