Noé Rincón Reséndiz mejor conocido como ‘Don Noé’ ha vivido prácticamente toda su vida entre talleres y el tejido de la lana, heredó esta actividad de su abuelo que pasó por su padre y hoy en día lucha para que su familia se mantenga como una de las pocas obrajeras del estado de Guanajuato.
Es el segundo hijo de 11 que tuvo Anastasio Rincón, mejor conocido como Tacho y uno de los pioneros de la obrajería en el municipio de Victoria que inculcó esta actividad a sus primogénitos, pero hoy en día solo Don Noé trabaja el taller.
En entrevista para este medio, Don Noé detalla lo complicado que hoy en día se ha vuelto el mantener viva la obrajería ya que las generaciones han ido perdiendo el interés por esta actividad que alguna vez fue la principal economía del municipio de Victoria.
Destaca que hasta hace más de 30 años la venta de prendas de lana eran en mayor número pues los habitantes de Victoria y de municipios cercanos optaban por este material por mantener el calor corporal en temporadas de frío. Sin embargo, lamentó que con la llegada de los edredones y cobijas de materiales sintéticos vinieron a sustituir la lana.
Ahora, expresa que tristemente las personas de la región optan por una cobija de otro material antes que las de lana y que sean extranjeros o personas de otros estados los que escasamente adquieran sus artículos.
Cuando gozaba de una plena juventud recuerda que su abuelo mantenía en su máxima capacidad los talleres que un día pusieron en alto la obrajería en el municipio y la región pues detalla que, “El Rincón Artesanal” como es reconocida su organización, se llegó a formar de unos 15 trabajadores con unos tres telares y que se trabajaba a máxima capacidad.
Hoy en día solo quedaron las fotografías y los telares que como un trofeo conserva Don Noé pues con mucha nostalgia dice –los heredó de su abuelo.
Mantener viva la obrajería
Lejos de conservar esta actividad viva por considerarla como un negocio, se sincera y dice que ya no lo es y que su lucha es fomentarla y no dejar morir lo que un día llegó a caracterizar al municipio de Victoria que llegó a registrar más de una docena de talleres.
Don Noé con mucha emoción platica que gracias al Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMyC) y otros que los gobiernos municipales y estatales que se han implementado esta y otras artesanías se mantienen vivas.
Gracias a estas políticas publicas expresa que ha brindado talleres a jóvenes de nivel medio superior para que aprendan el tejido de la lana, pero lamentablemente son cada vez menos los que asisten. “Con que aprenda uno y le guste, me quedo satisfecho”, sostiene.
Con PACMyC destacó que fue beneficiado con material y otros apoyos para impulsar el tejido de jorongo infantil y el tejido de cobija que según registros de las dependencias culturales tanto nacional como estatal están muriendo.
Reconocimiento a nivel estatal y nacional
Tanta influencia cultural ha llegado a tener “El Rincón Artesanal” y Don Noé que en el año de 2012 fue reconocido a nivel estatal como uno de los artesanos que procura las costumbres y tradiciones de Victoria y por lo tanto del Estado de Guanajuato.
Además, que sus artesanías y productos han sido mostrados en las ferias artesanales más importantes del País como la Feria de León, Guadalajara, CDMX, entre otras. Además de que sus artesanías se han exportado a otros continentes.
Lo más reciente, detalla que fue entrevistado por el Instituto Nacional de Cultura para transmitir capsulas con contenido cultural de todo el país en cadena nacional. Lo cual estará disponible a través de las redes sociales e incluso será televisado en cadena abierta en próximos días.
Es así que Noé Rincón Reséndiz y su señora esposa Ma. Carmen Montes Ramírez luchan día a día para que la actividad que han trabajado durante todo su matrimonio y que desde 1930 ha sido heredada de generación en generación en el municipio de Victoria no desaparezca.