Trascendió que, durante la primera sesión ordinaria del nuevo Ayuntamiento de Doctor Mora, encabezado por Edgar Javier Reséndiz Jacobo, éste propuso como encargado de despacho de la Contraloría Municipal a Rubén Galván Parra, yendo en contra de lo dispuesto por la Ley Orgánica Municipal.
La citada norma, en su última reforma publicada en el periódico oficial del gobierno del Estado de Guanajuato el 24 de septiembre, en su artículo segundo transitorio señala que
“En tanto se lleve a cabo el proceso de nombramiento [del contralor] se designará por el Ayuntamiento un encargado de despacho dentro del personal adscrito a la Contraloría Municipal”
El proceso al cual se refiere la Ley Orgánica, se encuentra en su artículo 131, que, de manera general, indica el seguimiento que habrá darse para la designación del titular de la Contraloría Municipal, siendo a través de una consulta pública emitida por un comité ciudadano, que, dicho sea de paso, el Ayuntamiento tendrá que conformar y de emitir la reglamentación correspondiente.
Sin embargo en una acción contraria a lo establecido en la ley, para que Galván Parra pudiera ser designado como encargado de despacho del Órgano Interno de Control doctormorense, con apenas dos horas de haber tomado protesta el nuevo Ayuntamiento, el Presidente Municipal lo nombró como Asesor de la Contraloría, cargo que hasta antes del 10 de octubre no existía al interior de su estructura y de esta manera simular su arribo a esta área; por lo que sin haber ejercido el cargo que le fue creado y sin la más mínima experiencia en el control y fiscalización de recursos fue nombrado encargado de despacho con el aval de los Integrantes del Ayuntamiento.
El actual encargado de despacho de la Contraloría Municipal del municipio doctormorense, se le recuerda en su trayectoria dentro de las administraciones, ya que fungió como Secretario del Ayuntamiento cuando su hermano Tomás Galván fue presidente municipal durante la administración 2009-2012 y ante un nepotismo flagrante, fiel a su costumbre de realizar simulaciones y abusando de la ignorancia de aquel Ayuntamiento, al igual que de este, pidieron que una regidora lo propusiera como secretario y así disfrazar el favoritismo de su hermano el alcalde.
Dice un dicho popular que “el que mal empieza, mal acaba» y las acciones del Ayuntamiento de Doctor Mora, iniciaron mal, violando la ley a escasas horas de haber protestado cumplirlas y hacerlas cumplir, que no resulte extraño que a Rubén Galván Parra lo hagan Contralor sin reunir los demás requisitos de ley.
Aparte del conocimiento que deben tener los miembros del H. Ayuntamiento de todos los asuntos que voten, hay algo que se llama calidad moral, esperamos que no la pierdan y menos por culpa de personas que se inventan recursos disque legales, pero que pecan de inverosímiles.
Estaremos muy atentos observando el desenlace de esta situación.