El pasado 9 de agosto, el presidente López Obrador le propuso a la vicepresidenta del gobierno de Estados Unidos, Kamala Harris, la reapertura completa de la frontera de México con Estados Unidos, la cual suma 16 meses de cierre a actividades no esenciales.
Propuesta en la cual se comentó que EU enviará a México 3 millones y medio de dosis de la vacuna de Moderna, la cual es similar en su tecnología a la de Pfizer, siendo validada por Cofepris, y 5 millones de dosis de la vacuna de AztraZeneca, asunto donde el funcionario federal explicó que, las fechas de envió aún están por confirmarse.
Para México, la reapertura de la frontera compartida es un tema primordial, por lo que inició con la vacunación de todos los municipios fronterizos y a partir de próximo 15 de agosto arrancará la aplicación de la segunda dosis para más 1 millón 262,247 personas.
El canciller Marcelo Ebrard Casaubón anunció que, llegarán 8 millones 500,000 dosis de Estados Unidos, de las cuales son 3.5 millones de Moderna y 5 millones de AstraZeneca.
Ebrard informó además que México solicitó al G-20 que se reconozcan todas las vacunas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es decir que, si el organismo internacional acredita algún fármaco, lo hagan también los países que pertenecen al grupo.
Hasta ahora, la OMS incluye en la lista de uso en emergencias las vacunas de Pfizer/BioNTech, AstraZeneca-SK Bio, el Serum Institute of India, AstraZeneca EU, Janssen, Moderna y Sinopharm, así como la CoronaVac que fabrica la empresa farmacéutica Sinovac, cuya sede se encuentra en Beijing (China).
Para que una vacuna se pueda suministrar a través del Mecanismo COVAX, debe estar incluida en esta lista de la OMS de uso en emergencias. La inclusión en esta lista permite que los países agilicen el proceso de autorización de la importación y la administración de las vacunas contra el COVID-19, evaluando su calidad, toxicidad y eficacia, así como los planes de gestión de riesgos y la viabilidad programática.