En un desayuno con integrantes del Consejo Mexicano de Negocios (CMN), el presidente Andrés Manuel López Obrador compartió que, para los últimos tres años de su mandato planea presentar tres reformas constitucionales: para este año o principios del otro realizar una reforma energética para fortalecer a PEMEX y a la CFE, también una profunda reforma electoral, que no contempla la eliminación del INE, solo renovar a sus consejeros, abaratar los costos de los comicios y eliminar a los legisladores plurinominales, y por último que la Guardia Nacional forme parte de la SEDENA, planteamiento estimado para el 2023, es decir, un año antes de concluir su mandato.
Posteriormente López Obrador aseguro que, se busca que la Guardia Nacional forme parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), para que salga de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, permitiendo así mantener a las fuerzas armadas en las calles y perpetuar lo que organizaciones civiles y especialistas llaman “la militarización de la seguridad pública”.
El actual gobierno mexicano apostó por la creación de la Guardia Nacional y el uso de las Fuerzas Armadas para atender el problema de violencia e inseguridad en el país. Pero esta medida, según la promesa del mandatario, solo sería temporal.
En su intervención, María Elena Morena, presidenta de la organización Causa en Común, advirtió que, de mantenerse esta situación, el país enfrentará una grave crisis de seguridad en la que los militares seguirán ganando terreno y los gobiernos serán incapaces de construir mejores policías.