El abasto de gas LP en México atraviesa un agudo contexto, debido a que es uno de los combustibles que más ha subido su precio en los últimos meses, donde tal energético acumula un alza interanual de 29.5%, convirtiéndose así en el último motivo de disputa entre el gobierno federal y el sector privado, dicho a lo sucedido el aumento continuo en el precio del combustible ha llevado a la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador ha modificar la dinámica del sector.
En la primera semana de junio, se vendió en promedio en 12.94 pesos por litro, en el mismo periodo de 2020 el precio era de 9.99 pesos por litro. En lo que va del año, el gas licuado también acumula un alza de 10.69%. En enero de este año se vendía en 11.69 pesos por litro, de acuerdo con los registros de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
El presidente, Andrés Manuel López Obrador, culpa a un grupo de compañías que acumulan más del 50% del mercado nacional de distribución y expendio de gas LP de pactar un aumento de precios. Mientras que los especialistas del sector aseguran que las alzas son resultado de un aumento en el precio internacional del energético, que a su vez es consecuencia de varios factores: un efecto retrasado de la baja de producción durante el momento más álgido de la pandemia, un crecimiento de la demanda industrial de petroquímicos principalmente de Asia y una recuperación en las principales actividades económicas, admitiendo también en el caso del gas LP, que se ha podido cumplir una de sus mayores promesas, que se basaba en no aumentar el precio de los principales combustibles por encima de la inflación.
El presidente no está de acuerdo con la reforma energética de acuerdo al segmento de gas LP que fue el último en liberalizarse tras la reforma energética del sexenio pasado. Hasta antes del cambio legislativo, las empresas privadas ya participaban en el mercado de distribución de gas licuado, pero la reforma modificó algunas dinámicas importantes.
Comenzó en 2016 con una apertura al sector privado para importar el combustible, que no se produce de forma suficiente en el país, y finalizó en enero de 2017 con la liberalización del precio del energético. Hasta ese momento, los precios del gas eran determinados por el gobierno federal, que dividía al país en 145 regiones para fijar un precio máximo.
Tras varios intentos en administraciones pasadas, en el sexenio pasado se liberó el precio, de manera que ahora los participantes de los eslabones de la cadena podrían fijar las tarifas, que se basaban principalmente en los índices internacionales.
En un estudio de 2018, la Comisión Federal de Competencia (COFECE) encontró que hasta ese momento no se había registrado una baja en el precio del energético.
De acuerdo a la creación de gas Bienestar, unas semanas después de admitir el presidente que no había podido cumplir su promesa de no aumentar considerablemente el precio del gas LP, López Obrador anunció la creación de Gas Bienestar, una filial de la estatal Pemex.