Los tiraderos de basura clandestinos en este municipio han incrementado por lo que la población padece situaciones alarmantes, toda vez que el gobierno municipal o alguna instancia estatal no han determinado llevar a cabo su clausura.
Vecinos con domicilio en cabecera municipal, particularmente los que tienen su domicilio sobre el camino que conduce a la localidad de Morisquillas, denunciaron a través de redes sociales la terrible situación que padecen por un tiradero clandestino situado a un costado del citado camino.
Este tiradero, que al inicio era un enorme socavón donde se depositaban escombros con el fin de rellenarlo, tiene poco más de dos años operando como tiradero clandestino de basura.
Los vecinos de ese lugar, han denunciado que decenas de personas que transitan diariamente por esa vía, aprovechan para arrojar sus desechos.
De igual manera, se aprecian restos de animales muertos entre las que destacan: reces, perros, borregos y materia fecal.
En una transmisión que realizaron vecinos de ese lugar, se visualiza una gran fumarola que alcanzó una gran altura que pudo ser apreciada a varios kilómetros, lo que significó una fuerte contaminación ambiental, señalando que el fuerte incendio duró por lo menos cuatro días.
En una declaración hecha a un diario de circulación estatal, el presidente municipal, Edgar Javier Reséndiz Jacobo, dijo que el incendio se atendió, sin embargo, los dueños del predio no han permitido realizar las acciones correspondientes «para aminorar la problemática».
Por otra parte, y ante la falta de un relleno sanitario, se han buscado otras opciones para reducir la cantidad de basura como la separación de material como cartón, plástico, papel, etc., a cargo de particulares, quienes lo ven como negocio, pero sigue generando inconformidad entre los habitantes, ya que la contaminación que se genera fomenta fauna nociva.