Como cada año, los gobiernos municipales de la región Noreste, presentan sus “Informes de Gobierno”, en los que se dan a la tarea de exaltar aquellos logros políticos, jurídicos, económicos y sociales que realizaron en cada municipio. En esta semana, en Tierra Blanca, Pedro Pueblito Hernández, será el encargado de brindar y leer la glosa, explicando a la ciudadanía todos los sucesos que han ocurrido durante la administración 2018-2021 o al menos hablarán y adornarán aquellos logros que pudo haber para el municipio, esquivando y haciendo a un lado los sucesos que marcaron como una mala administración a esta que estuvo gobernando durante tres largos años.
Recordemos que esta administración se caracterizó desde un inicio por escándalos y diferencias políticas internas en el propio Ayuntamiento, donde la lucha por el poder siempre fue visible entre el primer edil y la síndico del municipio, pues tal pareciera que lo importante para ellos siempre fue ver quién tenía más peso en el Ayuntamiento.
Hagamos un pequeño análisis de aquellas cosas que sucedieron y marcaron, para mal, esta administración terrablanquense que mucho quedó a deber, podemos organizarlas de manera cronológica, pues desde un principio cuando la administración tomó el control, la síndico municipal, Romina Martínez Félix, (protagonista de este Ayuntamiento corrompido), mostró sus verdaderas intenciones, queriendo quitar autoridad y haciendo campañas de odio en contra del alcalde (que poco ejerció su autoridad), renegando y muchas veces actuando de una manera errada, solo para conseguir fines personales.
A lo largo de esos tres años, las notas periodísticas nos mostraron aquellas cosas que la síndico Romina realizaba, desde influir en la decisión de los regidores para quitarle el derecho de firmar los proyectos de obra al alcalde, Pedro Pueblito, aquellas inversiones que venían desde el Gobierno Estatal y ¿cuál era la intención de hacer eso?, sencillamente llenar el camino de obstáculos para después de varias controversias, ella pudiera salir como la heroína a manifestar que luchó hasta el final para conseguir las obras.
Del mismo modo, tras el transcurso de la administración, nuevas situaciones surgieron y cada vez demostraban más la incompetencia de aquellos que gobernaban el municipio de Tierra Blanca, tenemos un vasto repertorio de fallas e intransigencias tales como: cuando el Secretario de Ayuntamiento, Joaquín Gallegos Llata, hizo uso de su posición como funcionario para darle favoritismo a la última contralora que ocupó el cargo, cabe mencionar que en dicho puesto desfilaron varios funcionarios, en el cual algunos simplemente dejaban de asistir al trabajo, pero eran puntuales para cobrar su quincena; al igual que, tenemos el uso de maquinaria perteneciente al municipio para la limpia en los terrenos del regidor, Jaime Reséndiz Roque, en el cual los pobladores de la comunidad de Milpa Blanca reclamaban el por qué se beneficiaba de dichas máquinas y cuando ellos las pedían simplemente les mostraban una negativa; podemos hablar asimismo, de aquella ocasión donde comerciantes que acudieron al municipio con motivo de la celebración de los 485 años, realizaron su pago de derecho de piso en las oficinas de ingresos y ese mismo día denunciaron que los regidores, José Guadalupe García Félix y Jaime Reséndiz Roque, en conjunto con la síndico Romina (nuevamente), pasaban a los puestos de los comerciantes para pedirles una cuota de hasta 5 mil pesos; y no puede faltar la manifestación por parte de la comunidad de Cerro Colorado, donde los pobladores tomaron las oficinas de gobierno, esto por exigir la construcción del camino que se las había prometido y al negarles el recurso, los ánimos se encendieron al grado de destrozar patrullas y golpear y amedrentar al presidente, Pedro Pueblito Hernández.
Sobra decir que no hay mucho que esperar que se diga en este “Informe de Gobierno”, es evidente que tratarán de tapar el sol con un dedo nuevamente, evitarán reconocer que dejan un municipio fracturado, lastimado, hundido en la pobreza, corrompido y que jugaron con las personas que creyeron y apoyaron a dicho Ayuntamiento, que no se puede llamar “Honorable” porque eso lo perdieron en el momento que su ambición fue más grande que sus ganas de servir a los terrablanquenses. Políticos disfrazados de buenas personas, quienes al final de este periodo, simplemente se envolvieron en cinismo, sarcasmo e ineptitud.
Esperemos que los nuevos gobernantes hagan un buen trabajo y regresen a Tierra Blanca una mejor imagen, una política preocupada por los habitantes, quienes ya no creen y están resignados y que puedan regresar al municipio el orgullo de ser terrablanquense.